Cómo disfrutar de la música en directo sin dañar tu audición
El verano llega cargado de planes al aire libre, emociones compartidas… y mucha música.
Festivales, conciertos, verbenas… todo suena mejor en directo. Pero, entre tanto ritmo y decibelio, hay una parte de nuestro cuerpo que sufre sin que nos demos cuenta: el oído.
Probablemente lo hayas sentido alguna vez: sales de un concierto con un zumbido en los oídos o una sensación de taponamiento. A veces desaparece en unas horas, pero otras puede durar días… o dejar una huella permanente.
¿Por qué ocurre esto?
Cuando nos exponemos a volúmenes elevados durante mucho tiempo, las células sensoriales del oído interno pueden dañarse. No se regeneran. Y esto puede provocar desde pérdida auditiva temporal hasta acúfenos crónicos (pitidos constantes) o hiperacusia (molestia ante sonidos normales).
¿Y si solo es una noche?
Una sola noche a 100 decibelios (un nivel habitual en conciertos) puede ser suficiente para causar daños si no protegemos nuestros oídos. Y en muchos eventos, el sonido supera ampliamente ese umbral.
¿Qué puedes hacer?
✅ Antes: lleva contigo unos tapones auditivos de alta fidelidad. Son cómodos, reutilizables y permiten disfrutar la música sin distorsión.
✅ Durante: aléjate de los altavoces y busca momentos de descanso para tus oídos.
✅ Después: si sientes zumbidos, molestias o pérdida de audición, pide una revisión auditiva. Cuanto antes se detecte, mejor.
La prevención no significa dejar de disfrutar, hay que tener una buena salud auditiva.
Significa poder seguir haciéndolo toda la vida.
La música te acompaña en momentos inolvidables. Cuida tus oídos, para que también puedan acompañarte siempre.
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